Los españoles pagamos cada vez menos con dinero en efectivo y abonamos nuestras cuentas con instrumentos electrónicos, en especial con tarjeta, la misma dinámica que se viene observando en la gran mayoría de las grandes economías, a pesar de que las posibilidades de toparnos con un billete falso son realmente remotas
Aunque el número de billetes falsos se encuentra en niveles mínimos, y las probabilidades de que uno caiga en nuestras manos son muy bajas en comparación el número de billetes auténticos en circulación, las autoridades aconsejan no bajar la guardia y permanecer en alerta.
En 2024 se detectaron 18 billetes falsificados por cada millón de billetes emitidos por los bancos centrales en la zona euro. Una cifra muy reducida en comparación con los niveles observados tras la introducción del euro. Sin embargo, el año pasado se observó un cierto incremento respecto a años anteriores tras la drástica reducción de falsificaciones experimentada después de la pandemia de la covid.
Los billetes de 20 y 50 euros, los más falsificados
Con todo, el número de billetes falsos se mantiene en cotas mínimos respecto a años anteriores a la pandemia. Los billetes de 20 euros y 50 euros continuaron siendo los más falsificados, representando más del 75% del total. El 97,8% de los billetes falsos se detectaron en países de la zona del euro, mientras que el 1,3% se hallaron en Estados miembros de la UE no pertenecientes a la zona del euro y el 0,9%, en otros lugares del mundo.
La mayoría de estos billetes son fáciles de detectar debido a sus malas imitaciones de los elementos de seguridad o a que carecen de ellos. Los billetes pueden reconocerse fácilmente utilizando el método «toque, mire y gire» fijado en los protocolos, aunque no siempre lo hacemos.
El Eurosistema, destacan en el Banco de España, también se encargan de garantizar que las máquinas de tratamiento y procesamiento de billetes evaluadas positivamente identifican con fiabilidad los billetes falsos y los retiran de la circulación. En caso de recibir un billete sospechoso, compárelo con uno que sepa que es auténtico. Si su sospecha se confirma, diríjase a la policía o, cuando la práctica nacional lo permita, a su banco central nacional u oficina bancaria. No le devolverán su importe, pero al menos contribuirá en la lucha contra la falsificación de moneda.
Aunque no hay motivo alguno para preocuparse por la utilización del dinero en efectivo, lo cierto es que las operaciones de pago realizadas con instrumentos distintos no dejan de crecer. Ya sea por seguridad, por obligación o por comodidad. La información estadística sobre servicios de pago en España correspondiente al primer semestre de 2024 muestra que el número total de operaciones de pago con instrumentos distintos del efectivo alcanzó 8.669 millones, un 11,4% más que en el mismo periodo de 2023. El importe fue de 6,1 billones de euros, un 5,4% más que en el primer semestre de 2023.
La tarjeta, el medio de pago más utilizado
Por volumen, los pagos con tarjeta aglutinaron el 64,2% del total de operaciones, mientras que las transferencias alcanzaron el 16,3% del total. Atendiendo al importe de cada uno de los medios de pago, la situación es la contraria: las transferencias concentran el 88,4% del importe abonado en operaciones de pago sin efectivo, mientras que las tarjetas supusieron el 2,9% del total.
Esto muestran que las tarjetas son el medio de pago más utilizado en España para realizar pagos de pequeñas cantidades, mientras que las transferencias se utilizan para operaciones de mayor importe.
En el primer semestre de 2024, el número de operaciones de pago con tarjeta en España experimentó un incremento del 13,3% en comparación con el primer semestre de 2023, alcanzando los 5.562 millones de operaciones con un importe medio de unos 32 euros por operación, muy por debajo de los 39 euros de la media de la zona euro. Del total de operaciones el 18,2% correspondieron a pagos online, confirmando el creciente desarrollo del comercio electrónico.
Los adeudos directos, anotaciones en la cuenta bancaria, representan el 12,9% del número total de operaciones de pago y el 5,5% del importe total. Las operaciones con dinero electrónico suponen el 1,5% del número total de operaciones y el 0,1% del importe total. Las operaciones restantes corresponden a cheques, [envíos de dinero](El recorte de tipos del BCE alivia la carga de ciudadanos y empresas), retiradas de efectivo con tarjeta y otros servicios de pago.
Estadísticas que reflejan los nuevos usos sociales con un creciente desapego hacia el dinero en efectivo en España, donde la vieja costumbre de [guardar los ahorros debajo del colchón](El oro aumenta su brillo pendiente de la guerra comercial de Trump) -por si acaso- va desapareciendo poco a poco.
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